Hace unos años -no me acuerdo si fue una navidad o como recordatorio de qué efemérides- tuve la maldición de que mi marido recibiera de regalo una
percha valet.
Venía acompañada de una tarjetita con dedicatoria (la dedicatoria está dirigida a ambos, así que supongo que el regalo era para mí también).
Cada tanto la miro y pienso que o la persona regalante tenía otra expectativa sobre el uso que se le iba a dar, o sabía que era para quilombo (en el sentido literal de la palabra) pero le importó bien poco y la trajo igual. Cuestión que desde ese día hasta este preciso momento (la tengo al lado) es el soporte de una montaña de corbatas de todos los colores imaginables, la mitad de ellas con el nudo hecho desde el 8 de agosto de 2003, más tres cinturones de cuero con hebillas pesadísimas que cuelgan obscenamente hasta caerse vencidos por la fuerza de gravedad, una gorrita que nadie sabe donde guardar y una campera horrorosa azul con cuello naranja que hace dos días mi marido puso ahí (para jugar con el hijo a que tenían frío) y todavía sigue mirándome, provocándome y decorando la vista del cuarto.
La percha seguirá atestada de cosas de aquí a la eternidad. Ojo, yo creo que sirve para que cuando los tipos se sacan el traje lo dejen colgadito ahí hasta la mañana siguiente para que el pantalón no se les arrugue y el saco- en vez de quedar tirado en alguna de las sillas del comedor- le haga compañía a su amigo. Pero se ve que soy la única que cree esto. Porque el pantalón siempre queda estirado arriba de cualquier sillón (y guay que te quieras sentar), el saco a veces duerme en el asiento de atrás del auto y el cajón tiene ballenitas adentro para que alguien cada tanto pregunte: che, las ballenitas vos las viste?
Pero bueno, ya se sabe. No es fácil ponerse de acuerdo en todo. Y aquí viene el dilema de la mujer independiente devenida ama de casa: lo dejo así a ver si algún día reacciona de que ese engendro queda como el orto? o le hago honor a mi nueva profesión y me la paso juntando las porquerías que el señor va dejando como prueba de su existencia y poderío de macho proveedor?
Muchas veces pienso que soy machista. Pero con estas cosas me doy cuenta de que no tanto.