jueves, 18 de febrero de 2010

Wadu Wadu

Hoy es sábado a la noche y no te paso a buscar. Voy a terminar un post que empecé hace como tres días. A fines de enero hizo un año que no trabajo más. Mucha gente me decía que estaba loca, que se me iba a atrofiar la cabeza, que qué pensaba hacer en todo el día, que me iba a embolar, que iba a extrañar. Que era una pelotuda. Que ya me iba a arrepentir. Que me busque una actividad. Que "algo de pocas horas". Que si pensaba seguir de vacaciones.

Ninguna de estas cosas pasó. Hay muchas personas que piensan que si no tenés actividad remunerada sos poco más que una mamerta, pero lamento informarles que en mi caso no fue así, no me convertí en una persona menos interesante o menos pensante porque dejé de ser empleada. Sí reconozco que al bajar el nivel de actividad tus decibeles avanzan a otro ritmo, y capaz estoy más reposada, más callada, pero también más reflexiva. Y con una claridad nueva que hace un tiempo no tenía. Y una seguridad que a veces me asusta. Y tengo una responsabilidad enorme que no quiero delegar. Quizás tenga que ver con algunos aspectos de mi historia personal, pero en cuestiones de crianza prefiero estar lo más conectada posible. Podría interpretarse como que soy una madre obsesiva que no deja al hijo ni a sol ni a sombra, pero quizás los que me conocen en persona sabrán opinar un poco mejor. No quiero estarle encima todo el día. Trabajo para que él tenga sus espacios. Pero no me gusta que esté solo.

No me aburro. Mejor dicho, me aburro muchísimo menos de lo que me aburría en mi ex trabajo. Retomé algunos deportes que tenía abandonados, tengo vida social en el lugar donde vivo, conocí gente divertida y con la que la paso bien. Y además me gusta estar en casa, así que no me quejo. Tengo a mis padres cerca y puedo disfrutar de ellos cuando quiero.

Cuando me preguntan si extraño, la primera respuesta es un no rotundo. Hoy no te cambio esta vida por la anterior (más adelante no sé, no escupo para arriba). Pero hay cosas que sí extraño. Ojo, también influye que la empresa en la que trabajé no existe más. A lo poco que quedaba de ella la terminó de absorber otra ocho meses después de que yo me fui. A veces, cuando me embronco con algunas personas, pienso que si hubiese aguantado un poquito más algunos arreglos podrían haber sido mejores. Pero también pienso en lo terrible que debe haber sido quedarse hasta el último día a levantar todo. Los que estaban me contaron que lloraron como chicos. Fue muy triste. Pero, paradójicamente, también es aliviador saber que las situaciones que sé que extraño no van a volver a ocurrir, esté o no esté. No me estoy perdiendo de nada.

Les voy a contar lo que extraño, y -por primera vez en la vida de mis blogs que ya llevan casi 5 años- voy a dar nombres, porque ojalá me lean y se enteren de cuánto los quiero. Y cuánto me gustó estar con ellos esos ocho años, que fue la cantidad de tiempo más larga que pasé en una misma empresa. Con ellos y con los que no nombro porque serían muchos y este post está escrito en dos tandas porque cuando lo empecé me terminé lagrimeando y no daba. Si me reconocen espero no sean tan giles de dejar un comentario con mi nombre y apellido, eh. Mandenme un mail y preguntenme, che, así que vos sos Verte? (quedamoasí?)

Extraño las charlas con Guille, las teorías que enunciaba desde mucho antes de que existieran las máximas de un hombre cualquiera. Los mates de Claudia. Las llamadas de los vendedores del interior y llorar de la risa durante horas de cualquier pelotudez. Los almuerzos de las reuniones de venta. Los viajes de trabajo y esa sensación de andar sin marido e hijos por la vida pero sabiendo que los tenés. A Mariana cuando te atendía el teléfono y te decía (de mínima) "que querés? hablar con el forroputohijodemiputascogidoporunburropijudoargolludopajero de mi jefe?. No sabés lo que me hizo hoy....blablablablablaaa" El comedor de la oficina vieja. El parque divino que tenía. A Gastón cuando era el pendejo más pila del universo entero y no se había dejado llevar por la ambición de ser cabeza de ratón. A los chicos del estudio, los eventos y como nos divertíamos preparándolos. A Diego cuando le lavó la cabeza a las modelos con el agua de las salchichas. A Luis a veces, cuando me asaltan los recuerdos del viaje a San Pablo y lo copado que era cuando se sacaba la tensión de encima. El recibo de sueldo (o que se piensan, tan despojada no estoy).
Pero no volvería. Es un capítulo cerrado en mi vida. Una etapa que ya pasó, que tuvo muchas cosas buenas pero que mi cabeza no está hoy en sintonía para retomarla. Es, salvando las distancias, como cuando estás casada y te acordás de lo lindo que era tener el control remoto para vos sola, o como cuando tenés hijos y pensás "que bueno que era poder irme a dormir cuando quería". Estaba bueno, pero ahora que le encontré la vuelta, esto está mejor.

12 comentarios:

uruguaya dijo...

dos post al hilo MUY buenos. beso

Fernanda (Ferchu) dijo...

La verdad, me encantó!
Justo decíamos con Fede (somos seguidores tuyos)Verte sigue trabajando?

| Perla | dijo...

Yo todavía sigo trabajando, son muchas horas pero a un ritmo hiper lento comparado con lo que solía ser mi laburo en Capital. Acá no existe fecha de cierre por ejemplo.
Como decís, algunas cosas extraño, sobre todo el poder aprender de la gente que labura con uno, pero sé que no podría rendir lo mismo, ahora una gran parte de mi cerebro está en mi casa y mis hijas full time.

Nat dijo...

Hola... la verdad, el tema de dejar de laburar es super complicado.

A mí me encanta lo que hago pero sé que en el momento que tenga un hijo, no voy a querer pasar 10 horas por día fuera de mi casa.

Tu decisión me parece super madura y creo que si, que todo es cuestión de buscarle la vuelta.

Feliz Aniversario Núm 1!!!

Florencia dijo...

no sabés lo bien que me viene leerte Vero, especialmente en este momento en el que estoy en el proceso de tomar "la decisión" y todo el mundo me dice que estoy re loca dadas mis condiciones laborales.

Tengo hasta octubre para pensar (cuando se me terminaría la excedencia), pero no puedo dejar de evaluar los pro y los contra, no me desengancho del tema, te juro, así este post lo voy a tener a mano para terminar de tomar la decisión.

Te mando un beso!

Yo dijo...

Pero no te da un poco de verguenzita contarle a todos como "tomaste la decision" cuando en realidad te echaron?

Verte dijo...

Yo: Veo que andás medio flojeli en comprensión de textos. Te lo voy a explicar sin vueltas: echaron a toda la empresa. La decisión que tomé fue la de no buscarme otro laburo cuando se terminara la fusión. Decidí quedarme en casita y laburar de madre.
No veo que es lo que tendría que darme vergüencita (que además es un diminutivo, se escribe con c, no con z).
Más vergüencita tendría que darte a vos abrir un perfil anónimo para venir a bardear acá. O lo hacés porque te da vergüencita decirlo con tu nombre real?
Abrazos

Cynthia dijo...

Te envidio por la claridad que tenés boló. Porque soy tan gata flora yo que me pasaría años decidiendo si me aguantaría estar en casa o no.
A mi me gustaría negociar menos horas, pero acá eso no va. Garcas!
(y tener libre por la tarde para no perderme a Rial ja!)

Betta dijo...

Mas que el "Yo" le salio el "ello" , y encima , bruto..

Esmeralda dijo...

Verte querida, no te conozco pero pareces una persona querible, es la primera vez que entro en tu blog y me gustó lo que posteas, el diseño... y bueno está bueno dejar de trabajar, sobre todo si tenes un hijo y un marido? está muy bueno yo dejé hace dos años y tuve y tengo muchos planteos que serian extensos de comentar. Espero que te lean tus compañeros...debo decir que es algo que yo siempre extrañé cuando dejé un laburo, sobretodo porque tuve buenas experiencias humanas en los laburos. Un abrazo y visita mi blog
http://juntas-pero-no-revueltasblogspot.com/

aboutme.something@gmail.com dijo...

Hola, cuan identificada me siento.
Hoy es una realidad que abunda: el dilema de las madres que trabajan. Con quien dejas a los chicos, si confias en su honestidad y su "abordaje terapeutico". Si compensa la guita que llevas a casa los momentos que te perdes con tu hijo...
Yo renuncie, crie a mi hijo 2 años y medio y despues volvi a trabajar, pensando que ya mas o menos tenia el partido liquidado.....
Jajajajaj que pelotuda....

Vicky O dijo...

Aplausos, me encantó la nota. Qué huevos! (perdón por la palabra, pero no encuentro mejor manera)
Qué bueno que le encontraste la vuelta y no te retumba la pregunta de X de ¿ Y vos de que trabajás?
Me hizo muy bien leerte.
Cariños
Vicky O

 

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